Tampoco me rompí mucho la cabeza buscando recetas. Lo más simple es perfecto si los ingredientes son buenos y equilibramos los sabores.
ELABORACIÓN (para 4 personas):
Cuatro patatas grandecitas.
Pimientos (1 rojo y 1 verde).
Dos dientes de ajo.
Aceite de oliva virgen (justo para cubrir el fondo de la cacerola).
Una copa de fino (blanco seco vale)
Caldo de cocer las cabezas y cáscaras de los gambones (lo cuento más adelante). Como medio litro.
Un puñado de gambones pelados (solo los cuerpos).
PREPARACION:
En una cacerola con tapa cubrir el fondo con aceite de oliva (yo uso virgen extra para todo salvo la mayonesa y parte de la repostería). Poner a calentar a fuego suave.
Pelar y cortar en láminas dos dientes de ajo gorditos (tras quitarles el brote para que no repita).
Poner las láminas en el aceite hasta que se doren. Cuidado qe no se quemen, porque al estar el fuego bajo nos confiamos.
Mientras cortar en tiras finas los pimientos y añadir a la cazuela junto con los gambones pelados.
Mantener tapado unos minutos a fuego moderado removiendo de vez en cuando.
Pelar las patatas y chascarlas (trozos pero arrancados y no cortados), de este modo la salsa espesará mejor.
Añadirlas a la cacerola y subir el fuego, removiéndolas de vez en cuando.
Al cabo de 4 o 5 minutos añadir el fino y darle unas vueltas.
Añadir el caldo justo hasta que las cubra y dejar cocer unos 20 minutos destapadas.
Probar y rectificar de sal y se puede añadir una pizquita de guindilla a quien le guste.
Dejarlas reposar un ratito antes de comer, que nosotros ya reposaremos después.
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