Tramo final desde Lugo a Santiago
Enero de 2011, queremos rematar El Camino.
Empezamos en Oviedo en Agosto de 2007 y llegamos hasta Grandas de Salime en el límite de Asturias con Galicia.
Empezamos en Oviedo en Agosto de 2007 y llegamos hasta Grandas de Salime en el límite de Asturias con Galicia.
El verano de 2008 continuamos desde Grandas hasta Lugo capital.
Desde entonces y a solo 103 km nos quedaba el último tirón.
Por fin conseguimos llegar, a pesar de las inclemencias.
Las temperaturas fueron gélidas.
Los charcos helados.
Los charcos helados.No hay mas que ver como íbamos de abrigados.
La gente comentaba que hacía muchos años que no hacía tanto frío.
En lugo capital el puente metálico tenía una costra de hielo en el suelo. Pero lo más impresionante era ver el "suelo helado" como la tundra.
No, no eran acelgas cortadas sino cristales de hielo. Se había helado el 
agua que contenía el suelo entre los granos de arena.Luego reventaba por el cambio de volumen y parecía una huerta.
Fijaros los cristales de hielo que curiosos.
Después de tanto frío, tuvimos una mañanita de lluvia que era lo que más
temíamos. Había que defenderse como pudieramos, cada cual a su estilo. Unos a lo jovencito Fronkonstin y otros de lugareño gallego.
temíamos. Había que defenderse como pudieramos, cada cual a su estilo. Unos a lo jovencito Fronkonstin y otros de lugareño gallego.
Pero al final llegamos.
En la plaza del Obradoiro, como es costumbre, nos hicieron una fotito.
Para los que han visitado las cubiertas de la catedral, dejamos constancia gráfica con foto de la cruz del pilón donde se quemaban las ropas de los peregrinos.
Y como no podía ser menos, una vez hecha la honra a la alpargata, le haremos alabanza a la cuchara.
Espectacular el repollo que formaba parte del cocido gallego que zampamos en el mesón de Crecente.
No podemos dejar de nombrar el inmejorable caldo gallego de Olga, de
Casa de Ponte, y su glorioso bocata de tortilla para media mañana.
Casa de Ponte, y su glorioso bocata de tortilla para media mañana. Ni por supeuesto el agrado con que Manuel nos paseó por la zona.
Respecto al café tomado con mas agrado, fue al que nos invitó Marifé, hospitalera de As Seixas.
Todo un personaje, prendado del ambiente del camino y sus gentes.
No te olvidamos y pronto tendrás noticias nuestras.
Y con esto finalizamos nuestro periplo multianual.
